Por aquí tenemos la suerte de tener muy buenos calamares. Para mi la mejor manera de comerlos es cuando los hacemos a la plancha, acabados de coger, literalmente del mar a la sartén. Pero esto suele ser cuando estamos en la playa de vacaciones.
El resto del año compramos calamares saharianos, que también son muy buenos. En mi casa solemos hacerlos con esta receta.
Descongelamos los calamares, para esta receta hice solo uno porque era bastante grade. Quitamos la bolita que está entre los rejos, nunca se si es la boca o el ojo, limpiamos todo por dentro y cortamos en aros y las aletas en tiras.
Los guisamos en la olla, después de que salga el vapor contamos 30 minutos. Cuando abramos la olla, comprobaremos que estén blanditos y si no lo están los ponemos a hervir otro ratito, como ya no les faltará mucho tiempo, lo podemos hacer con la olla abierta.
Para no ensuciar más calderas, yo vacío la olla y reservo todo en una hondilla, seco la olla con papel de cocina y pongo a pochar 1 cebolla bien picada. Cuando ya está, echamos un chorro de vino blanco y dejamos que evapore. Volvemos a echar los calamares con parte del caldo de haberlos guisado y dejamos hervir unos 5 minutos, cuando vamos a apagar el fuego echamos un poco de colorante y bastante perejil picado.
Listo para comer.
El resto del caldo haber cocinado los calamares lo congelo y lo uso, por ejemplo, para un arroz.
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